Florentino a veces también se equivoca

Se acabó el mercado de fichajes y en él, Florentino ha conseguido cosas como que un club como el Nápoles desembolse una considerable cantidad de dinero, o como invertir en traer ilusionantes jugadores.

Con la contratación "in extremis" de Gareth Bale, la competitividad en el medio del campo sería máxima y se especulaba con la salida de uno de los referentes del madridismo, Mesut Özil. En un ambiente de impotencia, la afición enseñó su deseo irrevocable de que el 10 se quedara. Pero el presidente, gran negociador y hasta héroe para algunos, se equivocó. Primero, en sus formas, pidiendo silencio a los cánticos que reclamaban la permanencia en Madrid del alemán. Segundo, en llevar acabo una operación a la cual los aficionados no están acostumbrados. Los seguidores no quieren ver salir a sus estrellas, y si a las 13:30 coreaban el nombre del galés, a las 23:30 perdían la ilusión por la pérdida del futbolista.

Está claro que nuestro presidente es un mago financiero ( y gracias a ello se han conseguido 45 millones de euros a última hora ) pero sorprende que en su afán por engrandecer al Real Madrid, haya dado facilidades a uno de los buques insignia para su salida. Con su venta, se pierde mucha calidad y eso es algo que nunca está de más en ningún club del mundo. Por eso, a veces, solo a veces, Florentino también se equivoca.